viernes, 30 de diciembre de 2011

qué te pasa, poesía


qué te pasa, poesía endiablada, que te meto
cada tanto en las licuadoras del horror y vos te despertás
indemne, blanda y escurriendo saliva de dientes de león recién nacidas.
qué me mirás, así, despreocupada
me encendés el pistilo inmundo que conduce al espíritu y te alejás
ronroneando, cruzando los dedos por las dudas, perjurando que no,
que no y que no, que no vas a volver
preñada de cacofonías estúpidas, cursis, gagueras indisciplinadas.
si te vas con él, cómo no, dos vasitos de vino y a la cama con el poeta.
puta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

genial.