miércoles, 1 de febrero de 2012

la hora en que bajan los escorpiones


soy un cuerpo recuperado
llevo en la nuca los astros cincelados, van navegando
diáspora omóplato adentro, me recorren lentamente
a golpe de soles progresados / un centauro
se incendia sobre el muslo de arena
al fin despierta mi hombre ceniciento
grafica estalactitas en su cueva de montaña y en el vencejo gorjea
has llegado.
de pronto, las luces del cuerpo se domestican
y lo que era cobarde se adormece, se moldea como en
un cuenco de piedra: soy líquida y perfumada
soy un cuerpo recuperado a la flecha de fuego
detrás de mí una estela de humo te dicta lo que mi lengua niega
sangra con venenos mi corazón, espera en la quietud
no te distraigas cámbaro aureolado
despiertan los pájaros en mi cabello, aquí
se danza y se come a la hora en que
bajan los escorpiones a la orilla.

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